Saint-Gobain busca concientizar sobre la crisis mundial del agua y su saneamiento a sus empleados y comunidades, a través de actividades y diferentes procesos de producción que tienen como eje central el uso continuo de la planta de efluentes.
La compañía ha incorporado nuevas tecnologías que permiten medir la cantidad de agua que utilizan durante todo el proceso de producción de forma automatizada, lo que hace partícipe a todas sus marcas: Weber, Megaflex, Isover, Playo y Tuyango, para evitar desperdiciar más agua de la que realmente necesitan en toda su cartera de productos.
Además, dentro de la planta ubicada en Tortuguitas, hay una de tratamientos industriales que incluye un sistema de conexiones a través de canaletas conectadas con el fin de separar los desperdicios del agua para poder reutilizar el agua saneada para el riego.
Por su parte, Mariano Bo, CEO de Saint-Gobain para Argentina, Chile y Perú, declaró: “Mantenemos una perspectiva a mediano y largo plazo sólida, gracias a nuestra búsqueda de elecciones estratégicas y organizativas centradas en la sostenibilidad como principio fundamental. En Saint-Gobain nos comprometemos en encontrar soluciones que nos ayuden a proteger nuestro planeta y, al mismo tiempo, que nos permitan ofrecer productos de máxima calidad y comodidad, para lograr entre todos un mundo mejor, sin dejar de lado la sintonía con las necesidades de nuestros clientes”.
Dentro de los objetivos para 2025, Saint-Gobain propuso reducir el 20% de las emisiones de CO2, un 5% en energía y un 80% de la descarga de agua. Además, la empresa trabaja en la disminución de un 50% de los residuos, al impulsar al mínimo los impactos medioambientales.
La compañía se enfoca para 2030 en potenciar la economía circular de la cadena de valor al reducir las emisiones de CO2 a 9 millones de toneladas, el 80% de los residuos de producción no recuperados y aumentar en un 30% el uso de materias primas no vírgenes. En este sentido, tienen la meta de lograr el uso de embalajes 100% reciclables.