El equipo de trabajo del Laboratorio de Ecología de Predadores Tope Marinos del Instituto deBiología de Organismos Marinos (IBIOMAR, CONICET) liderado por el Dr. Flavio Quintanase encuentra estudiando las colonias de nidificación del Petrel Gigante del Sur desde haceya varias décadas. Más allá de los datos claves que se obtienen sobre laespecie eninvestigaciones de tan largo plazo, también se generan datos que permiten conocer a fondola historia de vida de algunos individuos, como es el caso de la hembra bautizada como CAL.El Petrel Gigante del Sur es el más grande de los petreles delmundo. Es un ave depredadoray también carroñera, cumpliendo un importante rol en el ecosistema marino. En Argentina,las únicas colonias de cría de su litoral marítimo se encuentran en Patagonia Azul, en la costa del Chubut, más precisamente en las IslasArce y Gran Robredo. Estas colonias son parte dela increíble y única biodiversidad marina de este área y resaltan la importancia de conservarlos sitios de nidificación y el mar circundante, donde esta y otras especies obtienen su alimento.Durante la temporada de cría del año 2004, el equipo liderado por el Dr. Quintana anilló variospichones en la colonia de Gran Robredo. Uno de ellos fue CAL, a quien se le colocó un anillo amarillo en la pata grabado con esas letras. Se trataba de un pichón, hembra, dedos mesesde vida que aún permanecía en el nido que lo vio nacer, listo para iniciar su primer vuelo sobre el mar. Luego, con el tiempo, volaría por decenas de miles de kilómetros.Efectivamente, algunos de los petreles anillados en este rincón de las costas chubutenses han sido observados luego en lugares tan lejanos como Australia y Nueva Zelanda..Durante la pasada temporada de cría, a principios del año 2024, el equipo de investigadores volvió una vez más a marcar petreles adultos y pichones a Gran Robredo, esta vez junto a la Fundación Rewilding Argentina. Provistos de nuevas tecnologías, colocarían dispositivos electrónicos sobre las aves,