Las comunidades indígenas de Bolivia han recibido formación para mejorar la respuesta ante catástrofes naturales gracias al programa de Voluntariado de Naciones Unidas (UNV, en inglés), que celebró su Día Internacional del Voluntariado.
El UNV en Bolivia, encabezado por la española Lidia Cabrerizo, realizará una feria en la ciudad de Rurenabaque, en el departamento amazónico de Beni, para visibilizar la labor de estas personas anónimas que ayudan en momentos de crisis.
Es importante que la mayor parte de los voluntarios sea nacional, hasta el 85%, ya que eso permite tener miembros de comunidades indígenas que pueden capacitar a grupos con una cultura y un idioma diferentes. El proyecto cuenta con un presupuesto de 130.000 dólares, financiados por el propio UNV.