Por: Ing. Gonzalo C. Serrano – INDUSTRIA Y AMBIENTE S.A. / Vicepresidente de CALIBA
En esta época de pandemia que estamos viviendo, las actividades se realizan privilegiando la salud, incorporando nuevos y mayores cuidados, incluyendo nuevos y más protocolos, teniendo en cuenta el distanciamiento, menor circulación y rotación de personal. Ahora bien, en algunos casos los establecimientos industriales optaron o han sido obligados a cancelar sus actividades.
El problema surge, cuando los establecimientos industriales están operativos, y como parte de su protocolo o con el fin de evitar riesgo de contagio, suspenden sus planes de monitoreos ambientales. Esto va en contra de la necesidad de generar marcos de salubridad. Muchos de nuestros miembros en CALIBA (Cámara Argentina de Laboratorios Independientes, Bromatológicos, Ambientales y Afines) de han mencionado casos en que las empresas no permiten, por protocolo, el ingreso de muestreadores a sus plantas industriales. Por lo tanto, no se realizaba el control correspondiente sobre ese establecimiento, estando esté funcionando en condiciones cuasi normales. Consecuencia de esto, la contaminación que vierten en sus efluentes, no son controlados y las autoridades no pueden ejercer su poder de policía en resguardo de la salud y el medio ambiente
¿Ahora, no estamos entrando en un alto riesgo de generar contaminaciones ambientales importantes producidas enmascaradas tras la pandemia? ¿Tenemos conocimiento si las plantas de tratamientos de efluentes líquidos industriales están siendo correctamente operadas o están diseñadas o dimensionadas correctamente para esta nueva situación donde en algunos casos se han modificado las características de los efluentes generados?
Por ello, la importancia del control de los efluentes y de hacer cumplir planes de monitoreo que validen el correcto funcionamiento y operación de estas industrias, es imprescindible para acompañar otras medidas de salud dictaminadas por el Estado.
Es importante que asumamos mayor responsabilidad todos los participantes de esta cadena, tanto las industrias o grandes comercios, como el estado y los laboratorios que realizan los ensayos ambientales.
Es imprescindible poner más énfasis en estos controles, con el fin de poder contener y controlar el impacto ambiental por contaminación, que esto pueda producir y no ser laxos en este momento tan difícil.