Hace más de cien años que la industria cervecera viene llevando adelante su negocio de manera sustentable, basandose principlamente en la retornabilidad. “Desde el punto de vista ambiental el consumidor está utilizando una botella que tiene una herencia de más de cien años, al fin y al cabo la mayoría del material que se utiliza para hacer las botellas es totalmente reciclable”, afirma al respecto Pablo Querol, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Quilmes.
¿Cuáles son los nuevos objetivos de la compañía dentro de las políticas de economía circular?, preguntamos a Querol
Lo fundamental es seguir trabajando con los gobiernos para que se genere un incentivo respecto de la economía circular, el rol del estado es fundamental para fijar leyes que promuevan todo lo que sean prácticas sustentables. En ese sentido, nos sentimos confiados en que dada la manera que tenemos de hacer negocios, tanto en energías renovables como desde el punto de vista de los envases que en un 90% son retornables, el estado tiene que ir creando incentivos através de las leyes para promover un uso más eficiente de los recursos.
¿El consumidor se dirige hacia un consumo más responsable?
Con el lanzamiento del Pacto Porrón, que fue el pacto que lanzamos con el porrón de 340 ml de Quilmes, pudimos ver que la retornabilidad es un hábito ya instalado. También con los envases más chicos la gente se siente más cómoda retornando al punto de venta con dos o tres porrones y volviendo a comprar.
¿Que cambios se esperan para las políticas de Eficiencia energética en la compañía?
Nuestro principal compromiso es en el año 2025 tener 100% de nuestra matriz energética en base a energías renovables. Estamos firmando contratos con varias empresas que se dedican a la producción de este tipo de enrgías, hoy la matriz nuestra es de alrededor del 14%. Por otra parte, creemos que el gobierno está poniendo incentivos para las empresas que generan energías renovables, para que se pueda ir desarrollando cada vez más esta industria.