Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las naciones productoras de petróleo de Medio Oriente están dejando de ganar casi 400.000 millones de dólares anuales. A través de un informe, la entidad indicó que el declive de sus ingresos es consecuencia directa del desplome de los precios del barril, que pasaron de un techo de u$s 115 a mediados de 2014 hasta un piso de menos de u$s 30 a principios de 2015.
El trabajo elaborado por el FMI plantea básicamente que la pérdida de estos ingresos potenciales ejerce “una enorme presión” sobre las economías de los principales exportadores de crudo, las cuales vienen registrando “un nivel masivo de déficit presupuestario”.
A decir de Masood Ahmed, director del Departamento de Medio Oriente y Asia Central del FMI, la solución no se avizora en el horizonte cercano. “Probablemente se necesitarán otras cuatro o cinco temporadas de acción, tanto en el gasto como en los ingresos, antes de alcanzar una situación fiscal cómoda para muchos países de la región”, advirtió.