El paso del huracán Irma por Barbuda provocó que la isla quedara prácticamente destruida en su totalidad. Las comunicaciones y la energía en esta área de 1.600 personas sucumbieron casi instantáneamente.
Al aterrizar en la isla, el primer ministro Gaston Browne entendió la dimensión de la situación: el 90% de Barbuda ya no existe. La devastación se extendió luego por Saint Martin y Saint Barth., entre otros puntos del Caribe.
El presidente francés Emmanuel Macron visitó los territorios que su país posee en la zona del desastre. “El balance final de Irma será duro y cruel. Además de los daños económicos, habrá víctimas fatales que lamentar”, anticipó el mandatario.