Se cerró en Cañuelas el último macrobasural de la Cuenca Matanza-Riachuelo, donde se viene avanzando mucho en el saneamiento de las márgenes. Al respecto conversamos con Nicolás Bardella, director general ambiental de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR). “Hasta hace un año quedaban tres macrobasurales en la Cuenca Matanza-Riachuelo (en San Vicente, Las Heras y Cañuelas). Hoy hemos terminado con todos ellos”, destacó el directivo.
¿Quién los acompañó en el cierre del último macrobasural?, preguntamos a Bardella.
Para cerrar el macrobasural de Cañuelas, que tenía más de 35.000 metros cuadrados (m2) y recibía 45 toneladas (Tn) de residuos diarios, realizamos un trabajo mancomunado junto con el municipio y CEAMSE, que se encargó de las tareas técnicas. A fin cumplimentar este hito, que incluyó la firma de un convenio para iniciar la transferencia de los residuos a CEAMSE, se llevó a cabo la limpieza del sitio, y se instalaron los pozos de monitoreo y el parquizado, entre otras labores. La inversión superó los 25 millones de pesos.
¿Cuál es el actual grado de avances de los trabajos de saneamiento en la cuenca?
Se está avanzando en distintos pilares fundamentales. El primero tiene que ver con los efluentes cloacales, que constituyen por lejos la principal causa de contaminación orgánica del río. La Cuenca Matanza-Riachuelo tiene una población de alrededor de 4,5 millones de habitantes, de los cuales sólo un 53% tiene cobertura cloacal (y sólo un 39% con conexión a las redes). Y el segundo tema más importante en el que estamos trabajando pasa por los residuos sólidos urbanos (RSU), cuya gestión sustentable es clave.