El ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza, Martín Kerchner, confirmó que se iniciará la construcción de la postergada represa El Baqueano, ubicada sobre el Río Diamante en San Rafael, informó la cartera económica provincial.
La presa tuvo que ser reformulada íntegramente porque los planos anteriores presentaban riesgo de aludes.
“Queremos recuperar una política energética que le trajo muchos y buenos resultados a Mendoza, ya que le permitió iniciar un nuevo proyecto hidroeléctrico cada cinco años. Pretendemos que Portezuelo del Viento sea el primero de una serie de diques y por eso estamos trabajando en el proyecto de El Baqueano”, detalló el funcionario.
Kerchner cerró el Foro Hidroeléctrico, que se realizó hoy en un hotel céntrico de Mendoza y que tuvo como disertantes a Verónica Chorkulak, directora nacional de Hidroelectricidad; Pablo Magistocchi, subdirector de Emesa (Empresa Mendocina de Energía); Pablo Derra, gerente Hidro de Emesa, y Luis Lemos, jefe técnico Hidro de Emesa.
El proyecto hidroeléctrico El Baqueano data de la década de los 80, pero estaba proyectado como una presa de materiales sueltos con cara de hormigón aguas arriba, al estilo de Potrerillos, en la confluencia entre el arroyo Agua de la Mora y el río Diamante.
Pero antes de reactivar la obra, el Gobierno encaró nuevos estudios geológicos, que determinaron que aguas arriba del sitio previsto había riesgo de desplazamientos de laderas.
Durante todo el 2018 se destinaron $10 millones para hacer nuevos estudios de suelo y determinar la localización y el modo de edificación más seguros.
En El Imperial está previsto construir una presa de 68 metros de atura, con una conducción en túnel de 13,8 kilómetros de longitud y un diámetro 7,00 metros, hasta la central El Baqueano, situada aguas arriba de la cola del embalse Los Reyunos, que proveerá al sistema de una potencia instalada de 150MW aproximadamente.
En esa zona se construyó en 1982 el aprovechamiento hidroeléctrico Agua del Toro, ubicado aguas arriba de donde se instalará la nueva central; y Los Reyunos y El Tigre, situados aguas abajo, que totalizan una potencia instalada de 388 MW anuales y generan 575 GWh.
Durante cuatro años, el gobierno de Mendoza ha destinado más de US$ 180 millones para energías limpias.
En lo que va de 2019, se concretaron seis pequeñas centrales hidroeléctricas, que aprovechan los cursos de agua ya existentes sin generar contaminación en el aire o en el agua, tres nuevos parques solares, tres paneles solares en edificios públicos, dos centrales térmicas y una planta de biogás producido con residuos que se reciclan.
“Desde la inauguración del dique Potrerillos, en 2003, no se volvieron a generar fuentes de energía eléctrica en la provincia. Cuando termine la gestión del gobernador Alfredo Cornejo, se habrán sumado 150 megavatios”, afirmó Kerchner.