Un estudio liderado por investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), entre 2011 y el pasado año en 17 de los 24 glaciares que existen en el Pirineo, reveló que han perdido más de seis metros de espesor y hasta una quinta parte de superficie (23,3%).
En algunos, el grosor del hielo ha disminuido en promedio 10 metros y la reducción de hielo de todos ellos mantiene un ritmo similar desde la década de 1980, según este trabajo en el que han participado diferentes centros de investigación de España y Francia, cuyas principales conclusiones se han publicado en la revista “Geophysical Research Letters”.
Entre las masas de hielo más afectadas, destacan el glaciar de Ossoue, en el macizo de Vignemale, que ha sufrido una disminución del 25,7 % de su área y pérdidas de espesor medio de 10 metros. O el glaciar de Taillón, que en promedio ha perdido 11,6 metros, lo que superó los 23 metros en su zona central.
Aunque las condiciones climáticas no varían mucho entre las zonas donde se ubican los glaciares, ya que el clima ha variado de forma semejante en todo el Pirineo, según los científicos, la evolución del hielo “sí que ha sido heterogénea durante este periodo”.
Así, los glaciares pirenaicos más pequeños, con un área inferior a 10 hectáreas, como el de Barrancs en el macizo de la Maladeta, o el Llardana en el macizo de Posets, están controlados por la topografía local. Ello se deduce del contraste entre sus pérdidas de área y las de espesor. Sin embargo, los glaciares más grandes están influenciados por las condiciones climáticas de esta región montañosa, por lo que las masas de mayor extensión, como las de Aneto, Maladeta, Ossoue y Monte Perdido, evolucionan de forma similar con pérdidas de área y espesor equivalentes.
Los autores del estudio indicaron la importancia de disponer de cartografías que muestren con detalle las pérdidas observadas para monitorizar y comprender las razones por las que los glaciares se quedan progresivamente más circunscritos a las zonas protegidas, con menor radiación solar y mayor acumulación de nieve. En estas zonas, según pronostican, los glaciares podrán tener una degradación más lenta, pero en todos los casos estarán abocados a una progresiva desaparición de la dinámica que los caracteriza.
Fuente: www.efeverde.com