Mediante la implementación de un ambicioso Plan de Sustentabilidad, Knorr se propone lograr el abastecimiento sustentable del 100% de sus vegetales para el año 2020. Con ese objetivo en la mira, la marca líder en alimentos y experta en sabor de la empresa Unilever nos abrió las puertas de su finca modelo y su planta de deshidratación en la provincia de Mendoza.
De acuerdo con Paula López Landívar, directora de Marketing para la categoría Savoury en el Cono Sur en Unilever, en sus instalaciones mendocinas Knorr no sólo viene impulsando una suba en el rendimiento y la calidad de sus materias primas, sino que también está apostando fuertemente por minimizar el impacto nocivo de sus actividades en el medio ambiente y por cuidar la biodiversidad.
“El Plan de Sustentabilidad de la compañía surgió hace casi seis años. Representa para nosotros una nueva forma de hacer negocios, un cambio rotundo en la manera de encarar nuestras actividades, pensando en el futuro, en las nuevas generaciones y en el impacto positivo que -como empresa grande- podemos brindarle a la sociedad y al planeta”, señala la directiva en diálogo con Futuro Sustentable.
¿Cuáles son los objetivos esenciales que guían la instrumentación de este Plan?, preguntamos a López Landívar.
En Unilever tenemos tres pilares básicos: mejorar la calida de vida de 1.000 millones de personas, reducir a la mitad el impacto ambiental a la par de duplicar nuestro negocio y asegurar la sustentabilidad de todas las materias primas agrícolas que utilizamos para nuestros productos.
¿Qué labores están llevando a cabo para mitigar el impacto ambiental?
Estamos impulsando varias líneas de trabajo en ese sentido. En materia de innovación, de hecho, lanzamos productos concentrados (desodorantes, jabones y suavizantes para la ropa) que ofrecen una menor emisión de dióxido de carbono (CO2), ocupan mucho menos espacio en el transporte y generan menos desechos.
Y también optimizamos la sustentabilidad de nuestras plantas productivas, que son ‘Zero-Waste-to-Landfill’, por lo que no tiramos ningún desecho a rellenos sanitarios. Asimismo, mediante distintos programas fomentamos el cuidado del agua y los recursos energéticos en nuestras instalaciones.
¿Qué tareas están desarrollando en el ámbito social?
Con respecto a la responsabilidad social, con las marcas de alimentos estamos poniendo el foco en la ayuda comunitaria, con el desarrollo de productos que puedan mejorar la nutrición de las personas y la promoción de su capacitación en el rubro alimentario.
¿Cómo buscan asegurar la trazabilidad de los productos de Knorr?
Todos los vegetales que cosechamos y deshidratamos en plantas como la de Mendoza están certificados como sustentables. Manejamos un Código de Agricultura Sustentable, fundamentado en distintos parámetros (de preservación del suelo, cuidado del agua, la capacitación laboral de los agricultores, etc.) y con la colaboración de compañías externas certificadoras, con el propósito de garantizar la sustentabilidad de cada vegetal que se incorpora a nuestros productos.
¿Qué importancia le otorgan a la capacitación profesional?
Hace muchos años que venimos trabajando en la capacitación de nuestros proveedores de materias primas. Hoy tenemos con ellos una relación de confianza muy fuerte. Y los productores mismos ven que esta metodología es beneficiosa para ellos.
Un gran ejemplo de esto es el impulso que le venimos dando al riego por goteo, financiando la implementación de esta técnica que le brinda a cada productor un ahorro de un 30% de agua y eleva un 20% el rendimiento de sus cultivos. Se trata de pequeños grandes cambios con los que ganamos todos.
Finalmente, ¿cómo vienen trabajando en gestión de residuos?
En dicha temática empleamos el programa Agrolimpio, un plan de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), y también apostamos por la concientización sobre la segregación de los desechos orgánicos y su reutilización.