Creada a comienzos de este año, la Mesa de Carbono Forestal Nacional (MCFN) tiene como meta fundamental desarrollar y expandir los mercados de carbono en el país, que se esperan de alto crecimiento nacional e internacional para acciones vinculadas a la mitigación del cambio climático.
La Argentina tiene hoy una oportunidad única para posicionarse en el mundo como uno de los mercados de carbono a nivel regional y global más fundamentales, estratégicos y con perspectiva de rápido crecimiento internacional, entendiéndolos como un mecanismo concreto y transparente para canalizar financiamiento a las acciones climáticas necesarias para mitigar el cambio climático. El mundo se enfrenta a un tremendo desafío: no sobrepasar los 2 °C de calentamiento durante el siglo XXI, por las graves consecuencias ambientales, sociales, económicas y climáticas que traerá aparejado este aumento de la temperatura, a menos que se logren reducir profundamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de forma urgente. En nuestro país, se calcula que el 10% de las emisi ones de gases de efecto invernadero provienen del cambio de uso de la tierra y la silvicultura, es decir de la pérdida y degradación de los bosques y su uso intensivo.
En este contexto, la MCFN ya se encuentra trabajando en una fuerte agenda de temas, acciones y creación de alianzas para convertirse en el actor más relevante del país, que participe de manera propositiva en los procesos de elaboración de los marcos normativos e instrumentos de política pública para promover los mercados de carbono en el país y en toda la región. Actualmente está conformada por aproximadamente 30 empresas enfocadas en el sector forestal argentino y sus miembros trabajan en la conservación, manejo mejorado y restauración de bosques nativos y en la producción forestal, representando en este último caso el 80% de las plantaciones forestales del país.
“Los mercados de carbono surgen en el mundo como una vía complementaria, alternativa y económicamente viable al compromiso asumido por muchos países, empresas e individuos para disminuir las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero, una de las principales causas del cambio climático que está sufriendo el planeta y con los consecuentes impacto negativos sobre la salud de los seres humanos, su seguridad alimentaria, la actividad económica, el agua y otros recursos naturales. Los mercados de carbono son sistemas en donde gobiernos, empresas e individuos pueden comprar y vender unidades (créditos), ya sea para respaldar las emisiones de GEI o bien para compensarlas” explica Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa y profesional de gran trayectoria en gestión ambiental (*).
Los bosques brindan importantes funciones de la naturaleza para la sociedad. Contribuyen a la seguridad hídrica mediante la regulación del ciclo del agua, mitigan fenómenos extremos de inundaciones y sequías, preservan los suelos contra la erosión y purifican el aire. En relación al cambio climático cumplen un destacado rol en la regulación de temperatura y en el almacenamiento de carbono. Es por ello que, los proyectos de captura o reducción de emisiones de carbono son una oportunidad para generar ingresos económicos a quien, por ejemplo, conserve, haga un uso mejorado o restaure o reforeste bosques. “Ante la necesidad de conservar, recuperar nuestros bosques y ecosistemas, este mecanismo se presenta como una alternativa o complemento económico para el sector agroforestal, y de es ta manera, una vía para aportar al logro de los compromisos de reducción de emisiones por parte de Argentina” comenta Cano.
“Hoy hay una gran demanda de proyectos de captura y reducción de emisiones por parte de empresas que quieren equilibrar su huella de carbono. La oferta de proyectos está muy por debajo de la demanda internacional, lo cual se presenta como una oportunidad para atraer inversión en este sector. Esta inversión implica no sólo réditos económicos para los propietarios o poseedores de las tierras sino para los trabajadores necesarios para el desarrollo y el mantenimiento de estos proyectos, además de los beneficios ambientales locales y globales ya mencionados” continúa el coordinar, quien se ha desempeñado como Director Nacional de Bosques, Ordenamiento Territorial y Suelos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, donde, entre otros, coordinó el diseñ ;o e implementación del Plan Nacional de Restauración de Bosques Nativos de Argentina con más de 35.000 hectáreas de bosques bajo restauración y 4 millones de árboles plantados.
“A pesar de que se han hecho avances a nivel internacional en acordar las reglas para los mercados de carbono, en Argentina aún hay muchas incertidumbres para que se desarrolle un mercado que sea atractivo y confiable para el desarrollo de este tipo de proyectos. Es necesario contar con marcos normativos y políticas públicas que establezcan con claridad cuestiones básicas como las alternativas de comercialización y la titularidad de los créditos de carbono generados, como así también los beneficios o requerimientos impositivos de potencial aplicación” reclama el directivo. “Ante las propuestas o la falta de iniciativas por parte de gobiernos de nivel nacional y provincial, es que las empresas y personas que hoy integran la MCFN se han unido para llevar en conjunto propuestas e ideas a los poderes legislativos y ejecutivos nacionales y provinciales para la elaboración de un marco normativo y de instrumentos de política pública para la regulación y promoción de los mercados de carbono en Argentina” finalizó.