Establecimiento Las Marías, el mayor productor de yerba mate del mundo y uno de los principales productores de té de la Argentina, aplica principios de la economía circular a escala industrial y utiliza los desechos de su producción forestal (chips), de su producción ganadera (bosta) y de su producción de yerba mate (ramas) para generar compost a escala industrial.
Con una superficie que hoy ocupa 10 hectáreas, la casa de las reconocidas marcas Taragüi, Unión, La Merced y Mañanita genera 12 mil toneladas de compost por año que utiliza para abonar sus plantaciones de yerba mate y te. La utilización de esta enmienda natural, que se inició con una prueba piloto en el año 2009, le permitió a Las Marías aumentar su productividad en un 16 % sobre los lotes tratados.
“El compost es materia orgánica estable y rica. Al agregarla a los yerbales y tesales permite que los suelos tengan más sanidad. Esto repercute directamente en la salud de la planta mejorando notablemente la productividad”, explica Pedro Diez, ingeniero agrónomo Supervisor de Campo de Las Marías.
Toda el área productiva de Las Marías es un agroecosistema. Esta denominación surge como resultado de estudios que se realizaron entre 1987 y 1992 a través de un convenio de Vinculación Tecnológica entre INTA y Las Marías. De dicho estudio surgieron las bases para la implementación del Manejo Integral de Plagas, cuyo inicio fue establecido a principio de los ’90. Se trata de un sistema integrado que tiene en cuenta el hábitat y la dinámica poblacional de las plagas para mantener el equilibrio del agroecosistema de Las Marías y, al mismo tiempo, evitar daños en sus plantaciones.
“Además del aumento en la productividad, este abordaje nos permitió incrementar la presencia de distintos componentes de biodiversidad en nuestros campos y plantaciones donde hoy es común avistar pumas y zorros, predadores cuya presencia implica un excelente estado de salud de toda la cadena trófica”, destaca Marcelo Rolón, Asesor en Forestación y Medio Ambiente en Producción Primaria de Las Marías.
A su vez, desde el año 2000, se vienen realizando monitoreos ambientales en forma anual, con el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad Nacional de Nordeste.
“En estos informes se presta también atención prioritaria a los humedales que, por encontrarse en la parte más baja del gradiente topográfico, reciben por efecto de la fuerza de gravedad, los disturbios que puedan producirse en los sectores elevados por ser “las arterias del paisaje” y porque contienen información respecto de procesos erosivos.
Se realiza también un reconocimiento prospectivo de los campos bajo cultivo, para verificar algunos indicadores de salud de los distintos predios”, informa Rolón.
