La contaminación causada por los nutrientes que se vierten en las aguas está cambiando el sonido de los océanos, lo que afecta a las señales de navegación de los peces y otras criaturas marinas, revela un estudio de la Universidad de Adelaida, sur de Australia.
“El sonido es muy importante para algunas especies de peces e invertebrados en la búsqueda de hogares en arrecifes y los lechos de plantas marinas. La pérdida de los sonidos biológicos tendrá un impacto negativo en la renovación de la población de peces”, dijo Ivan Nagelkerken, líder de la investigación, según la agencia EFE.
El indica que los ecosistemas marinos degradados por la “eutrofización” (enriquecimiento de las aguas con nutrientes) provocado por el deslizamiento de tierras adyacentes, es más silencioso que los similares sanos, según un comunicado del centro de estudios. En este sentido, el paisaje sonoro marino está compuesto principalmente por los sonidos provocados por los chasquidos de las gambas, así como los ronquidos de los erizos y la vocalización de los peces.
“La pérdida de sonidos hallados en esos sistemas degradados debido a la eutrofización local, es de la misma magnitud que la de los ecosistemas que han sido afectados por la acidificación de los océanos”, precisó Ivan Nagelkerken en el comunicado de la Universidad de Adelaida.