Esta semana, Fiji se convirtió en el primer país del mundo en formalmente aprobar el acuerdo climático que se adoptó en la COP21, que se realizó en París durante diciembre. El Parlamento de dicho país votó unánimemente para ratificar el documento que establece medidas concretas de mitigación y adaptación al cambio climático.
De este modo, el acuerdo francés ya cuenta con la primera de las 55 ratificaciones –representantes de, al menos, 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) globales– que necesita para entregar en vigor previo a que se abra a la firma de los países, algo que ocurrirá el próximo 22 de abril en la Asamblea de la ONU que se realizará en Nueva York.
Si bien Fiji solo representa 0,04% de las emisiones a nivel mundial, los expertos en la materia tienen confianza de que muchos otros países están prontos a seguir su ejemplo ratificando el acuerdo antes de la reunión de la que participarán en abril.
Como parte de las islas del Pacífico Sur que se encuentran poco por encima del nivel de las aguas, Fiji es particularmente vulnerable al cambio climático, y ya siente sus impactos en la erosión de las costas, el agotamiento de sus recursos pesqueros y las inundaciones de gran escala. Asimismo, en el plan de acción climática que presentó de cara a la COP21, se comprometió a generar a que el 100% de su energía provenga de fuentes renovables para 2030 y reducir en 30% sus emisiones de GEI en base a su BAU en tanto reciba apoyo internacional.