Ex secretarios de Energía pidieron, mediante un comunicado, la prórroga por un año del tratamiento de la Ley de Biocombustibles, presentada por el oficialismo el pasado jueves, donde, entre otras resoluciones, se establece un corte obligatorio del 5 % para el biodiesel y del 9 % para el bioetanol.
En dicho comunicado, firmado por Emilio Apud, Julio César Araoz, Alberto Devoto, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco, sugieren prorrogarla para tener “un lapso de tiempo, alejado del calendario electoral, para desarrollar una discusión amplia y madura sobre las directrices estratégicas que gobernarán a los biocombustibles en el futuro”, dado que, según ellos, “no se ha producido un debate amplio sobre la evolución de la política de Estado de los biocombustibles”.
Además, los ex secretarios recomendaron “una amplia consulta a especialistas, además de los sectores interesados, por parte de las respectivas Comisiones del Congreso involucradas en el tratamiento del nuevo Proyecto de Ley”. También, resaltaron la necesidad de “incentivar mecanismos de mercado pero con un Estado que segmente parcialmente la competencia dentro de los diferentes estamentos de la industria de manera de asegurar un plazo razonable en la convergencia hacia una competencia más pura que resguarde la participación regional y de las pequeñas y medianas empresas”.
El comunicado cierra con una enumeración de puntos que “debiera plasmar el próximo régimen de biocombustibles en consonancia con lo que el Grupo de Ex Secretarios ha abordado en distintos documentos”. A continuación, los puntos que plantearon los ex secretarios de Energía:
-Los biocombustibles debieran desarrollarse en un ambiente de mercado donde se contabilicen sus externalidades positivas, especialmente las medioambientales. Este primer punto es perfectamente cuantificable, ya que el dióxido de carbono, está impositivamente gravado, y se puede determinar que las emisiones relativas de los biocombustibles respecto a sus sustitutos son menores. En este sentido, debe analizarse la conveniencia de recalibrar el impuesto al CO2 y su peso relativo en el precio final de los combustibles líquidos para que el mismo esté más en línea con las recomendaciones de la Comisión de Alto Nivel sobre los Precios del Carbono.
-En materia de participación de mercado e integración vertical de los productores de combustibles líquidos, resulta fundamental observar la ley y normativas de defensa de la competencia, para evitar las situaciones de posición dominante que puedan resultar en perjuicio para el interés económico general.
-Debe analizarse el establecimiento de un Fondo Compensador de Carbono, que permita atenuar los bruscos movimientos relativos de la materia prima de modo de permitir a los biocombustibles tener una mayor previsibilidad para competir en estado puro con sus sustitutos fósiles. Ello resultará en un aporte fundamental para ampliar la oferta y competencia dentro del mercado de combustibles: naftas-GNC-bioetanol y gasoil-GNL-biodiesel.
-Deben promoverse las exportaciones. El país y la región pueden y deben potenciar la generación de valor agregado exportable de proteína animal y biocombustibles, lo cual agrega hasta cinco veces valor respecto a la producción primaria de proteína vegetal.