La ola de calor que recorrió Europa este verano dejó al descubierto las “piedras del hambre” que se encuentran en el lecho del río Elba, que nace en República Checa y termina en Alemania. Las inscripciones talladas a mano solían advertir a la gente que tiempos difíciles se acercaban.
“Cuando me veas, llora”, dicen en alemán los presagios de uno de los monumentos hidrológicos más antiguos de Europa Central. Su principal función era la de marcar los bajos niveles de agua. El primer registro visible es de 1616.
Por la sequía en Europa, más de una docena de las “piedras del hambre” ahora se pueden ver cerca de la ciudad checa de Decin, en el norte del país, cerca de la frontera con Alemania.
La semana pasada, el nivel del agua del río Elba marcó su mínimo histórico. Hace semanas, Alemania sufre una intensa ola de calor. En un verano con temperaturas extremadamente altas y gran escasez de lluvias, el caudal del río descendió notablemente.