El cambio climático provoca una fuerte pérdida de la diversidad de la flora intestinal, ya que -según un flamante estudio- reduce un 34% el número de especies bacterianas en un entorno cuya temperatura es un 2º C superior a la habitual.
Esta pérdida de diversidad puede afectar a la supervivencia del huésped. De hecho con una débil diversidad bacteriana las expectativas de vida del organismo afectado se reducen más que las de sus homólogos.
Esto es lo que ha descubierto un estudio realizado con lagartos que se publica en la revista Nature Ecology & Evolution. En ese sentido, el estudio pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor el impacto del clima en las relaciones entre especies, con la finalidad de protegerlas más eficazmente.