Hawai se mantiene bajo alerta por la violenta erupción del volcán Kilauea. La lava fundida amenaza a una planta geotérmica en la que se almacenan toneladas de productos tóxicos. Se trata de la central Puna Geothermal Venture (PGV).
Debido a la alarmante situación, la usina ha suspendido todas sus actividades, al tiempo que sus trabajadores se encuentran abocados a la tarea de retirar las sustancias más peligrosas.
La erupción del Kilauea que mantiene en vilo a Hawai desde hace tres semanas no parece que vaya a parar. De hecho, ya se registran unas 17 fisuras activas y los ríos de lava continúan recorriendo la isla.