El Papa Francisco I decidió donar 25.000 euros para la lucha contra el hambre en África oriental a través de la oficina de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, según sus siglas en inglés).
La “iniciativa sin precedentes”, tal como la anunció un comunicado de la FAO, estuvo acompañada por una carta en la que el pontífice argentino asegura que los fondos “son una contribución simbólica a un programa que entrega semillas a la familias rurales en áreas golpeadas por los efectos combinados de los conflictos y la sequía”.
El observador de la Santa Sede ante el organismo, monseñor Fernando Chica Arellano, aseguró que el gesto del Papa Francisco I “está inspirado en el deseo de animar a los gobiernos” a actuar de la misma manera.