El gobierno de Brasil pidió “no demonizar” a Vale por la rotura de la represa con desechos de minería que provocó 166 muertos y 150 desaparecidos en Brumadinho, estado de Minas Gerais.
Así lo señaló el secretario especial de Desestatización y Desinversiones, Salim Mattar, responsable por las privatizaciones del Ejecutivo, quien comparó el accidente con la caída de un avión.
“En promedio caen 2 aviones grandes por año, con 120, 250 muertos. Cuando eso ocurre no se pide que caiga el directorio y sí que se sepan las causas. En Brumadinho cayó un avión de gran porte”, sostuvo.
Para Mattar, no se puede culpar a la empresa y sí a los responsables por el desastre, como personas físicas.
“Soy el primero en defender a Vale. Defiendo que un generador de riqueza y empleo ya fue penalizada perdiendo miles de millones de reales. Deberíamos separar a las empresas de los responsables”, dijo al recordar que cinco ingenieros estuvieron presos acusados de haber dado garantías sobre la represa de Brumadinho.
Mattar también dijo que hay que “reprivatizar Vale” al afirmar que el Estado debe desprenderse de los fondos de pensión que forman parte del paquete accionario de la compañía que fue privatizada en los años noventa.