La ONU (Naciones Unidas) reconoció el trabajo de restauración forestal en el Bosque Atlántico como uno de los más prometedores y relevantes del mundo, nombrándolo Iniciativa Emblemática de Restauración Mundial (“World Restoration Flagship” en inglés) de la Década de la ONU para la Restauración de Ecosistemas. El trabajo es liderado por el Pacto por la Restauración del Bosque Atlántico (PACTO) y la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico, que incluye organizaciones de Argentina, Brasil y Paraguay. El anuncio se realizó el martes 13 de diciembre durante la Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP15), realizada en Montreal, Canadá.
En un contexto de cambio climático, la selva es una aliada para enfrentar de la mejor manera los impactos asociados, en pos del bienestar y la calidad de vida de las personas. Por ello, la restauración de paisajes ayudará a tener una selva en buen estado para la naturaleza y las personas.
Con el objetivo de restaurar 15 millones de hectáreas para 2050, el PACTO es una coalición que reúne a más de 300 organizaciones multisectoriales para restaurar la Mata Atlántica y la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico es un movimiento multisectorial que cubre la Ecorregión Trinacional del Alto Paraná en Argentina, Brasil y Paraguay, con 30 organizaciones*. Los miembros de los colectivos cuentan con más de 30 años de experiencia en restauración en diferentes contextos socioeconómicos y ecológicos.
Para Lucía Lazzari, coordinadora de paisajes terrestre en Fundación Vida Silvestre Argentina, una de las organizaciones representantes de la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico en Argentina, ser distinguidos como Iniciativa Emblemática Mundial en Restauración Mundial es un reconocimiento a muchos años de trabajo. “Es una puerta a nuevas oportunidades que permiten impulsar la restauración del Bosque Atlántico y generar más beneficios. La acción trinacional es un diferencial en nuestra forma de trabajar, es a través de esta construcción multiinstitucional y aliada a varias organizaciones que hemos logrado importantes avances en los últimos años. Para poder conducir y propiciar verdaderos procesos de conservación y restauración del Bosque Atlántico, nuestra selva misionera, es fundamental que las comunidades locales estén informadas e involucradas. Son ellas y ellos los verdaderos agentes de cambio”, comenta Lazzari.
“En todo el mundo, nuestros bosques están bajo asedio”, dijo la Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen. “La restauración del Bosque Atlántico a través de la participación de las comunidades locales es un poderoso recordatorio de que la naturaleza puede sanar cuando se le da la oportunidad y ofrece enormes beneficios en el proceso”.
Las iniciativas de restauración en el Bosque Atlántico también promueven la conservación de especies, aumentan la conectividad del paisaje, mejoran la calidad del agua, la educación ambiental, la participación y el bienestar de la comunidad local, entre otros beneficios sociales y ambientales. Ambos colectivos también traen iniciativas destinadas a recaudar fondos, monitorear la calidad de los bosques restaurados y construir asociaciones para la restauración a gran escala y a largo plazo.
El título de la ONU reconoce no solo el legado de la restauración del Bosque Atlántico, sino que también destaca que las iniciativas actuales de las redes fortalecen las coaliciones y una sólida estrategia de conservación, alineada con el Plan de Acción de la Década de Restauración de Ecosistemas de la ONU.
La nominación reconoce que la restauración es una actividad que va más allá de plantar árboles, promueve múltiples beneficios para la naturaleza y las personas, capaz de generar empleos e ingresos. “La restauración es un sistema inclusivo que funciona de manera diversa y de largo plazo, involucrando a varias instituciones. Restaurar es mucho más que plantar árboles, es asumir un compromiso con la calidad de vida de miles de personas”, detallo Taruhim Quadros, analista de Conservación de WWF Brasil y representante de la Red Trinacional de Restauración del Bosque Atlántico.
¿Qué es el Bosque Atlántico?
El Bosque Atlántico es uno de los bosques con mayor diversidad de vida del Planeta. Se extiende a lo largo de la costa oriental de Brasil y penetra tierra adentro hacia Argentina – Selva Paranaense o Misionera – y Paraguay. Más de 148 millones de personas viven y dependen social cultural y económicamente de los servicios ambientales (agua, energía, protección del suelo, entre otros) que brinda el Bosque Atlántico. Su riqueza biológica es muy variada, contiene el 7% de las especies de plantas y el 5% de las especies de animales vertebrados del mundo. Muchas de estas plantas y animales son endémicas, lo que significa que no existen en ningún otro lugar de nuestro planeta.
Está conformado por 15 ecorregiones- donde abundan especies únicas de plantas y animales como el yaguareté, el tapir, el oso hormiguero, la yacutinga, entre otros. Originalmente cubría 1.345.300 km2. Sin embargo, en los últimos 40 años fue reducido significativamente – debido a la deforestación, urbanización, producción – y hoy queda sólo el 17% de los bosques originales.
El proceso de degradación y deforestación del Bosque Atlántico en Brasil comenzó hace casi 500 años con la sobreexplotación de especies maderables pasando por diferentes ciclos económicos. En Paraguay y Argentina sucedió recientemente hace alrededor de 100 años, debido a la deforestación y el cambio de uso del suelo. Los tres países aún enfrentan desafíos para la conservación de la ecorregión, siendo la restauración del paisaje una oportunidad para aumentar la cobertura forestal y mejorar la calidad de vida de las personas.
Además, es importante destacar que el Bosque Atlántico es un Hotspot de Biodiversidad, que contiene Ecorregiones Prioritarias para la Conservación Global, además de ser reconocido como Reserva de Biosfera MaB de la UNESCO (Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO en 1993 y 2009). Sobre todo, la ecorregión es un área crítica para la restauración de bosques tropicales, que posee oportunidades de restauración económica con mayor viabilidad y potencial para proporcionar beneficios asociados.
Fundación Vida Silvestre Argentina trabaja en la selva misionera hace más de 20 años. Allí se restauraron más de 345 hectáreas, con más de 150.000 plantines de 40 especies nativas, en Andresito y San Pedro. En estas acciones se involucraron más de 115 familias, y las Escuelas Familiares Agrícolas de Andresito y San Pedro. Los plantines provienen del vivero de especies nativas “Andrés Johnson” de la Reserva Vida Silvestre Urugua-í.
Fundación Vida Silvestre trabaja en la restauración de la zona para la conservación del yaguareté. Es el felino más grande de la región y el tercero a nivel mundial, después del tigre de bengala y el león. Es considerado una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque cumple una función importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas. Por ello, su conservación y la de su hábitat protegen indirectamente a otras especies de flora y fauna, y asegura una naturaleza sana para las personas. Hoy, en el Bosque Atlántico habita menos del 1% de la población de yaguaretés que se estima que existieron en la región antes de la llegada de los europeos. En el año 2021 se difundieron los últimos datos del monitoreo poblacional de la especie que indicó que se mantiene una población de 90 yaguaretés que se realiza sobre un bloque relativamente continuo del Bosque Atlántico del Alto Paraná, integrado por la selva misionera (de Argentina) y los Parques do Iguacu y do Turvo (de Brasil); a este bloque de hábitat se lo conoce como Unidad de Conservación de Yaguaretés en el Corredor Verde.
Nominación
Para la nominación como Iniciativa Emblemática de Restauración Mundial, la ONU creó un comité especial compuesto por científicos e investigadores de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura) y la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La decisión final fue confirmada por las principales agencias de la Década de la ONU, el PNUMA (Programa para el Medio Ambiente) y la FAO. Se consideraron más de 20 criterios de evaluación, tales como: involucramiento de comunidades locales en la toma de decisiones, formación de coaliciones, contribución a acuerdos internacionales para la reducción de emisiones, potencial de crecimiento, replicabilidad, entre otros.
En todo el mundo hubo 156 propuestas, que en conjunto representan más de 96 millones de hectáreas restauradas y con potencial para generar más de 1.5 millones de empleos verdes.
Además de la iniciativa del Bosque Atlántico, las iniciativas en África, Oceanía, América Central, Medio Oriente y Asia también fueron nombradas como Referencia Mundial de Restauración. La lista completa está disponible en el sitio web: https://www.decadeonrestoration.org/es