La sostenibilidad ha dejado de ser un concepto aspiracional para convertirse en un eje estratégico dentro del mundo empresarial. La creciente conciencia ambiental, las regulaciones más estrictas y las expectativas de los stakeholders han llevado a que las organizaciones prioricen los criterios de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ESG). En este marco, BDO en Argentina y LIDE han presentado la cuarta edición del “Informe ESG en las Organizaciones”, un estudio detallado sobre la integración de estos criterios en las empresas argentinas.
El informe, basado en una muestra de empresas de diversos sectores, revela que el 60% de las compañías ya implementa acciones relacionadas con la sostenibilidad, ya sea a través de programas estructurados o iniciativas individuales. Además, un 25% está en proceso de diseñar su primera estrategia de sostenibilidad, mientras que solo el 10% aún no ha abordado el tema.
Uno de los aspectos más destacados del estudio es el impacto de la sostenibilidad en la atracción y retención de talento. Un 64% de las empresas encuestadas afirmó que sus colaboradores valoran estos criterios al momento de elegir dónde trabajar, lo que demuestra un cambio de mentalidad en los empleados, quienes buscan desempeñarse en organizaciones con impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
A pesar de estos avances, todavía quedan desafíos por resolver. Más del 30% de las organizaciones están en etapas iniciales de evaluación del impacto de sus proveedores críticos, lo que indica una creciente conciencia, pero también la necesidad de profundizar en la gestión de la cadena de suministro. Asimismo, se identifican dificultades en la medición del impacto de las iniciativas de sostenibilidad y en el acceso a financiamiento sostenible.
Los beneficios de aplicar criterios ESG son claros para las empresas: el 76% considera que la mejora de la imagen y reputación es el principal incentivo, seguido por la atracción de talento (54%) y la generación de oportunidades de negocio (53%). Sin embargo, para consolidar estos avances, es fundamental fortalecer la comunicación interna y externa sobre las estrategias de sostenibilidad e integrar estos principios en la cultura organizacional.
El contexto regulatorio también juega un rol clave en la transformación empresarial. La implementación de normativas internacionales, como la Directiva sobre Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) de la Unión Europea, obliga a las empresas a reportar sus avances en sostenibilidad y a extender estas prácticas a sus cadenas de valor, incluso fuera del territorio europeo. Esto refuerza la idea de que la sostenibilidad no es opcional, sino una obligación estratégica para acceder a mercados internacionales y generar confianza en los inversores y consumidores.
En definitiva, las empresas argentinas están transitando un camino de transformación hacia modelos de negocio más sostenibles. Los resultados de esta nueva edición del informe ESG permiten identificar avances y desafíos pendientes, dejando en claro que el futuro de la sostenibilidad en el país dependerá del compromiso conjunto de todos los actores involucrados.