Luego de 60 años sin uso, el viernes volvió a abrir el Puente Transbordador Nicolás Avellaneda para unir sobre el Riachuelo las orillas de la Ciudad de Buenos Aires con el municipio de Avellaneda.
En ese marco, ACUMAR remarcó que, junto con Vialidad Nacional, había recuperado y puesto en valor el puente en 2011 y lo puso en funcionamiento en 2017, sin ser abierto para uso público.
El puente reabrió para trasladar a los ciudadanos desde el barrio de La Boca hasta la Isla Maciel en el horario de lunes a viernes de 8 a 18; sábados, domingos y feriados de 9 a 17:30. La frecuencia estará sujeta a la electromecánica del puente y a la necesidad de los usuarios.
El Puente Transbordador tiene 77,50 metros de largo y 43,52 metros de alto y es uno de los ocho que quedan en pie en todo el mundo. Los trabajos de restauración consistieron en poner a punto el mecanismo original, con su bobina donde se enrolla un cable de acero, además del tratamiento de la estructura de hierro mediante el arenado y la aplicación de pintura.
Desde su inauguración, en 1914, el Transbordador se convirtió en un símbolo de Buenos Aires, y en especial del barrio de La Boca, un lugar fundamentar para el paisaje del río y su zona portuaria.
El 31 de mayo de este año, el Puente cumplió su aniversario N° 106, y desde ACUMAR convocaron a artistas, vecinos de La Boca y la Isla Maciel para que reconstruyan su historia y su legado cultural.