Durante años en China la extracción de carbón fue un industria pujante, que se realizó a mansalva y sin control algo. Y eso tuvo su costo: ahora los pueblos cercanos a las minas se están hundiendo.
Las casas comenzaron a caerse y el problema afecta a unas 650 mil personas, que el Gobierno deberá evacuar y recolocar.
China está en un plan para reducir el uso de carbón a pesar de el crecimiento de las últimas décadas en el país gracias a este combustible, del que ahora paga los intereses.