Luego de la reunión de la Liga de las Provincias Bioenergéticas, Córdoba dio el puntapié inicial en la energía sustentable.
En Córdoba se inauguró la primera estación de servicio de biodiésel de Argentina. El acto estuvo encabezado por el gobernador peronista, Maartín Llaryora. En la misma semana, la provincia mediterránea se reunió en la ciudad de Rosario, con la Liga de las Provincias Bioenergéticas, para impulsar liberalizaciones de mercado.
Argentina es un país con múltiples recursos naturales y humanos. Su extenso territorio presenta una topografía que hace que la industria extractivista crezca, siempre que el gobierno y las provincias así lo quieran. Sin embargo, la historia cuenta que el foco ha estado siempre puesto en los hidrocarburos.
Con una «Agenda verde», el mercado global se encuentra buscando alternativas al petróleo. Desde hace varias décadas se ha impulsado la energía eólica, solar y la hídrica. Sin embargo, no fue hasta el apagón de junio del 2019 que los biocombustibles no llamaron la atención.
Ticino, una localidad de unos 3000 habitantes a 190 kilómetros de la capital de Córdoba, logró quedar al margen del apagón que alcanzó a 50 millones de personas en 2019. La causa de esto motivó al gobierno cordobés: la localidad produce su propia energía a partir de cáscara de maní que se procesa en la Central Termoeléctrica Lorenzati y Ruetsch.