Por Sebastián Fragni – Fundador de thecarbonsink.com
El 5 de junio se conmemora el Día mundial del ambiente con la misión de invitarnos a tomar conciencia sobre la necesidad y la importancia de proteger el ambiente.
La situación no es buena. Según las Naciones Unidas, cada tres segundos el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a una cancha de fútbol y en solo el último siglo los seres humanos destruimos la mitad de nuestros humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050 podrían desaparecer hasta el 90% de ellos. La pérdida de los ecosistemas está privando al mundo de sumideros de carbono como los bosques y la situación no va a cambiar por sí sola.
Hoy es el momento para que cada persona empiece a hacer algo diferente. El primer paso es asumir un rol activo y confiar en la importancia que tiene la acción individual para lograr cambios a escala colectiva. Todas las personas tenemos la responsabilidad de conocer, reducir y mitigar nuestra huella de carbono y, en lo posible, de inspirar a otros a hacer lo mismo.
A veces lo más difícil es empezar, porque la realidad parece ser abrumadora. Como dicen, lo que no se mide no se puede mejorar. Por eso, no hay mejor manera de arrancar que conociendo de dónde partimos. Medir nuestra huella de carbono nos va a ayudar a tomar conciencia del impacto que tiene nuestro estilo de vida en y cuántas emisiones de carbono generamos con cada cosa qué hacemos. Para eso, recomendamos usar una calculadora basada en estándares internacionales, definir un período (puede ser un año) y recopilar las facturas de gas, agua y electricidad. Las calculadoras nos van a hacer consultas acerca de nuestra alimentación, consumo de recursos, movilidad y hábitos como:
- ¿Cuántos días a la semana comés carne?
- ¿Qué medios de transporte usás para ir desde tu casa al trabajo?
- ¿Cuál es el consumo promedio de electricidad en tu casa?
- ¿Cuál es el consumo promedio de gas natural en tu casa?
- ¿Separaste los residuos reciclables del resto?
Con esta información, las calculadoras nos pueden estimar cuántas emisiones de gases de efecto invernadero genera tu estilo de vida en un período de tiempo. Para que puedas compararte: la huella de carbono promedio de un argentino es de 5,71 tn de CO2 equivalentes al año mientras que la de un norteamericano es de 20 tn de CO2.
Conociendo tu resultado, podés empezar por definir estrategias para reducirla, cómo reemplazar los viajes en auto por bici, cambiar tu dieta, cuidar la electricidad.
Y si tu objetivo es ser carbono neutral, es decir que el resultado al final del año te de cero emisiones netas, tenés la opción de compensar tus emisiones. Y una de las maneras de hacerlo es adquiriendo bonos certificados o participaciones directas en proyectos de captura de carbono. Estos proyectos pueden ir desde la conservación y valorización de bosques, protección y restauración de ecosistemas, desarrollo de plantaciones sostenibles, entre otros.
Con The Carbon Sink ponemos al alcance de las personas la posibilidad tanto de medir la huella como de compensar las emisiones que se generan con proyectos de captura de carbono certificados de Latinoamérica. Así, en la plataforma los latinoamericanos encuentran una herramienta fácil y concreta para tomar acción frente al cambio climático. Porque estamos convencidos de que todo suma y que lo más importante es empezar para frenar la crisis climática.