Coca-Cola FEMSA, el embotellador más grande del mundo por volumen de venta del Sistema Coca-Cola, obtuvo el Sello Verde del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como reconocimiento a la gestión responsable de residuos dentro de su planta de Pompeya. Coca-Cola FEMSA, además, se encuentra adherida a la Red de Economía Circular de la Ciudad de Buenos Aires, un espacio colaborativo en el que participan diferentes actores de la sociedad.
“Estamos muy agradecidos por este reconocimiento y por formar parte de la Red de Economía Circular de la Ciudad. Desde Coca-Cola FEMSA mantenemos el compromiso de promover un futuro sostenible y, como parte de esta visión, las prácticas de reciclado dentro de nuestros centros de trabajo ocupan un lugar central”, explicó Pablo Nietto, Director de Cadena de Suministro y Logística de Argentina y Uruguay.
El programa Sello Verde tiene el objetivo de capacitar, acompañar, regularizar y reconocer a quienes logren prácticas destacadas en la gestión de sus residuos. El Sello Verde es una evaluación y certificación de prácticas sostenibles en la gestión de residuos que otorga la Dirección General de Desarrollo Sostenible y Economía Circular perteneciente a la Subsecretaría de Ambiente de la Ciudad.
Entre las acciones que se destacaron figuran:
· Coca-Cola FEMSA, de manera global, tiene como meta alcanzar la certificación “Cero Residuos” en sus plantas y centros de distribución. En Argentina, actualmente, 98.4%. Todos los materiales reciclables generados durante el proceso de producción se clasifican y gestionan por separado para que cada material sea reciclado de la manera más eficiente posible.
· Los residuos orgánicos provenientes de la cocina y comedor de la planta se separan y destinan a las composteras ubicadas dentro del predio. Dicho compost se utiliza para la huerta orgánica ubicada en el patio de las instalaciones.
Para lograr la certificación, el Gobierno de la Ciudad realiza una rigurosa auditoría técnica para verificar y evaluar prácticas como la clasificación y disposición de desechos, el uso de materiales biodegradables y la implementación de estrategias para reducir el impacto ambiental. Esta colaboración entre el sector público y privado fortalece el sistema de reciclado en la ciudad mediante la participación activa de todos los actores involucrados.