Un residuo peligroso es aquel que no es reciclable y considerado peligroso por tener propiedades intrínsecas que presentan riesgos para la salud y para el medio ambiente. La mayor conciencia ambiental surgida a través del Convenio de Basilea, Convenio de Róterdam y otros acuerdos medioambientalistas, llevaron a los países en vías de desarrollo y a aquellos países desarrollados, a legislar acerca de la materia y se legislara sobre su clasificación, almacenamiento y disposición final. En nuestro país, se busca actualizar normativas y también los valores de las multas, fijados en australes, mediante la creación de una unidad fija (UF). En este sentido, Claudia Kalinec, vicepresidenta y directora comercial de Pelco, y Presidenta de la Cámara de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales y Especiales (CATRIES), dialogó con Pablo Gago para el programa Futuro Sustentable, por AM 1220.
Futuro Sustentable: ¿La modificación de la Ley de Residuos Peligrosos, que propuso el ministerio de Ambiente, sirve para aggiornarse teniendo en cuenta que los valores de las multas están en australes?
Claudia Kalinec: Sí, esta ley es del año 1992, hay que tener en cuenta eso. Hay muchas cosas para aggiornar. Lo principal sería tener una Ley de Presupuestos Mínimos. Pero, mientras tanto, estos parches o actualizaciones ayudan a lograr el objetivo de bajar la cantidad de residuos peligrosos y no peligrosos que hoy se vuelvan inadecuadamente.
FS: ¿Tenemos tecnologías apropiadas para que la industria trate hoy en su totalidad los residuos?
CK: Para tratar las distintas categorías de residuos, sí. Ahora, para afrontar el volumen, te lo puedo responder como una suposición, porque no sabemos el volumen de residuos generados en su totalidad. Hicimos un estudio a través de una consultora el año pasado para tener algunos datos del sector, y ahora la UBA y la Universidad de Rosario están llevando a cabo un estudio más detallado a través del Observatorio de Residuos para tener estos números. Por ejemplo, para saber qué porcentaje de los residuos industriales generados en Argentina, reciben el tratamiento adecuado según la ley. En el primer estudio, era solo el 21%, muy bajo. Creo que esto pasa porque falta fiscalización y porque las sanciones son débiles. Al tener multas bajas o devaluadas, rinde más económicamente contaminar que tratar el residuo. El ambiente es transversal a todos y lo ocupamos todos. Pero la población marginal es la que más sufre los efectos de la contaminación. El generador carga ese costo en la sociedad, porque es el Estado el que va a tener que remediar el daño que se genera.
FS: ¿Cuánto aumentaron en pandemia los residuos patogénicos?
CK: Tuvimos entre la primera ola y la segunda, un 30% o 35% más. Ahora, está volviendo a los valores normales. De hecho, en la segunda no hubo tanto incremento como la primera. Por suerte, ya está volviendo a los valores normales.
FS: ¿Por qué no tenemos los números oficiales de los residuos peligrosos?
CK: El problema principal es que las provincias no contestan los pedidos de informe del Ministerio de Ambiente, a través del COFEMA. La información que tiene Nación es cuando hay interjuridiccionalidad. Ahí está la información en el sistema de manifiesto electrónico, que no es el total de la información. Por eso, después de varios años de reclamarlo, pensamos qué podíamos hacer de nuestro lugar. Ahora, a partir de lo que se trata, exponemos a nivel nacional con la cantidad de tratadores que tenemos, tanto los asociados como los no, porque tenemos en cuenta la base de datos de los operadores habilitados. Para hacer una proyección lo más fidedigna posible. Siempre apuntamos a que, una vez que empecemos a trabajar con esto, las provincias adhieran y comiencen a participar también.
FS: ¿Tenemos capacidad técnica para tratar en Argentina?
CK: Sí, el tema de los patogénicos fue un ejemplo claro. Hemos demostrado que hay que capacidad para tratarlos. Lo absorbimos perfectamente. No se trata lo que no se quiere.