El gobierno chino está realizando las primeras pruebas de una nueva tecnología que le permitiría aumentar las lluvias en la meseta tibetana, una de las principales reservas de agua del país.
El método consiste en instalar cámaras de combustión en las montañas del Tíbet, lo cual implica la presencia de decenas de miles de estos dispositivos en localizaciones planeadas a lo largo de toda la meseta. La posición es muy importante, ya que dichas cámaras deben estar ubicadas en empinadas crestas encarando al sur asiático.
Dentro de las mismas se quema combustible sólido, que produce yoduro de plata, este compuesto químico es el más usado en la creación de nubes, normalmente soltándolo desde las alturas en aviones. De esta manera, se aprovechan los vientos monzones provenientes del sur -que impactan contra las montañas-, y al hacer eso crean una corriente de aire ascendente que eleva el compuesto a las nubes.