La producción de litio, conocido como “el oro blanco”, sigue ganando terreno en Argentina. En esta ocasión, la provincia de Catamarca se prepara para un importante salto productivo gracias a una inversión millonaria anunciada por la empresa china Zijin Mining.
El vicepresidente de Zijin Mining, Wang Chun, y el CEO de la compañía, Gao Jianneng, comunicaron al gobernador Raúl Jalil la decisión de destinar 600 millones de dólares a la segunda etapa del proyecto minero Tres Quebradas (3Q), ubicado en Fiambalá. Esta nueva fase del proyecto permitirá expandir significativamente la capacidad productiva y generar nuevos puestos de trabajo en la región. Además, la inversión se realizará bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un marco que fomenta el desarrollo de grandes emprendimientos en el país.
La planta de carbonato de litio de Zijin Mining, situada a 4.300 metros sobre el nivel del mar, es una pieza central para el aprovechamiento de los recursos del salar de Laguna Verde. A través de innovadoras técnicas de captación y purificación de materia prima, la minera busca optimizar el potencial del litio en esta región estratégica.
En la primera etapa del proyecto, la planta alcanzó una capacidad de producción de 20.000 toneladas anuales de carbonato de litio. Este esfuerzo generó más de 1.000 empleos directos e indirectos, al contratar personal para la planta, oficinas administrativas y empresas de servicios locales en Fiambalá y Tinogasta.
Con la segunda etapa, Zijin Mining proyecta una inversión total que superará los 1.000 millones de dólares. Esta nueva inyección de capital permitirá aumentar la producción anual en 30.000 toneladas adicionales de carbonato de litio equivalente (LCE). Esto posiciona al proyecto 3Q como uno de los más prometedores en el panorama minero nacional y refuerza la importancia de Catamarca como un actor clave en la industria del litio.
El anuncio no solo pone de relieve el potencial del sector minero en Argentina, sino que también destaca cómo las inversiones internacionales pueden ser un motor de desarrollo económico y social en regiones con altos recursos naturales. La segunda fase del proyecto 3Q promete transformar a Fiambalá en un epicentro de la producción de litio, con impacto positivo en el empleo y la economía local.