La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con una superficie de 202 kilómetros cuadrados y aproximadamente 3 millones de habitantes, por lo cual la recolección de residuos se divide en siete regiones geográficas.
De todas ellas, la Zona 2 – que abarca Colegiales, Núñez, Belgrano, Palermo y Recoleta- fue asignada por 10 años a Cliba, la empresa de higiene urbana de Benito Roggio Ambiental (BRA) especializada en infraestructura y servicios con capacidad de gestión nacional y regional.
Con más de 800,000 habitantes y una producción de 368 millones de kilogramos de desechos por año, Cliba utilizaba tres métodos de recolección de basura en esos barrios: el método manual clásico, con recolectores recogiendo bolsas de la acera; el método de contenerización con carga trasera y un tercer método de contenerización con carga lateral.
Ahora, en una alianza con Scania, adopta un sistema de recolección bilateral, que era uno de los proyectos más esperados de la empresa.
Se trata de un método con el que la empresa fue pionera en su incorporación en la Ciudad de Buenos Aires, que se basa en una grúa con brazo robótico que se extiende hasta los contenedores, pudiendo levantarlos y vaciarlos desde ambos lados del camión, una característica particularmente importante en las muchas calles angostas y unidireccionales de Buenos Aires. Después de vaciarse, los contenedores se devuelven automáticamente al mismo punto en que se encontraban ubicados.
Guillermo Virano, gerente de Contrato de Cliba en Buenos Aires, asegura que no hay forma de volver atrás de este sistema bilateral. “Hace unos años, la recolección de residuos se basaba en camiones y personas”, afirmó. “Ahora, con las nuevas demandas de eficiencia y sustentabilidad, nuestra industria es más compleja. El cuidado de las personas, nuestros empleados, sigue siendo muy importante, pero también debemos estar a la vanguardia cuando se trata de nuevas tecnologías”, agregó.
Por su parte, Alexandros Polijronopulos, gerente de Ingeniería de Benito Roggio ambiental, compañía dueña de Cliba, describió el proceso de compra en el que Cliba recibió el contrato de 10 años para la Zona 2, y remarcó que un requisito previo era que “toda la recolección de residuos debía hacerse con equipamiento de recolección automatizado”.
“También teníamos que tener equipos que minimizaran los gastos de mantenimiento y proporcionaran una ventaja competitiva. Se llevaron a cabo reuniones con las principales compañías de camiones, y Scania presentó la solución más profesional en términos de tecnología y servicios, incluso más allá de su responsabilidad específica”, señaló Polijronopulos.
En ese sentido, el gerente destacó que “Scania brindó asistencia técnica, económica y financiera para inclinar la decisión de compra en su dirección”, por lo que la elección “también estuvo influenciada por el prestigio de su marca y su solidez en materia de servicio”.
Servicio in situ
Virano subrayó la importancia del servicio en materia de mantenimiento. “La recolección de residuos es una actividad sumamente exigente para los equipos, pero a Scania se le ocurrió una solución fantástica. Tres días a la semana, un técnico del concesionario Scania se encuentra en nuestro taller, brindando un servicio de valor agregado e informando sobre posibles desviaciones. Él se ocupa tanto del chasis Scania como de capacitar a nuestros mecánicos. También tenemos nuestro propio stock de repuestos Scania”, detalló.
“Este es el resultado del servicio de Scania y nuestra fuerte política de cuidar nuestros vehículos. Por lo general, los vehículos de manejo de desechos deben ser reemplazados después de cinco años. ¡Estas unidades Scania durarán por lo menos de siete a ocho años!”, celebró el directivo.
Capacitación a empleados
La solución de Scania para Cliba también incluye capacitación para conductores. En total, Scania Argentina ha capacitado a más de 200 empleados, incluidos supervisores, conductores y personal de servicio.
Pero, según Virano, la razón principal para que Cliba continúe su asociación con Scania es la solidez y robustez de sus vehículos. “Diría que ese es el 70 por ciento de nuestra decisión”, aseguró, al tiempo que añadió que “estos vehículos están hechos a medida para nuestro tipo de operación. El resto [de la decisión] proviene de los servicios que ofrece Scania, así como del costo de operación más bajo”.
Paralelamente, y junto con Scania, Cliba desarrolló también una serie de ensayos de operación de sus vehículos con biodiesel, y obtuvo excelentes resultados.