La construcción de una planta de producción de sulfato de níquel en Perth, Australia será el puntapié inicial con el que BHP Billiton retomará el negocio de las baterías eléctricas de automóviles.
La nueva planta de sulfato producirá 100.000 toneladas al año de hexahidrato de sulfato de níquel, y será más grande que cualquier otra instalación similar actualmente en operación en todo el mundo. La compañía también contemplará una duplicación de la producción una vez que la primera fase esté completa. BHP se convertirá así en el principal exportador del material.
Según los analistas de Bloomberg, la demanda de níquel para la producción de baterías podría superar las 5.200 toneladas métricas producidas el año pasado, alcanzando más de más de 190.000 para el 2030, es decir, un aumento del 3.600%.