A través del programa El Hombre y la Biosfera (MAB), de UNESCO, Argentina logró alcanzar un sistema de indicadores para evaluar el funcionamiento eficaz de las reservas en el país.
Así, nuestro país se convirtió en el primero de América en poder saber si las reservas cumplen los objetivos para los que fueron creadas y evaluar la efectividad del manejo, para lo que tomará como base los criterios y las líneas de compromiso internacional.
“La importancia radica en la posibilidad de contar con información sustancial sobre la situación de las áreas protegidas argentinas, lo que permitirá conocerlas y monitorearlas para así aplicar y difundir las buenas prácticas fundamentales para reducir la pérdida de biodiversidad, mejorar la calidad de vida y elevar las condiciones sociales, económicas y culturales”, destacaron desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que conduce Sergio Bergman.
Cabe destacar que el país cuenta con una Red Nacional de Reservas de Biosfera, representada por 15 reservas distribuidas a lo largo del territorio nacional que constituyen una plataforma de colaboración en materia de investigación y desarrollo, refuerzo de capacidades y establecimiento de redes para compartir información, conocimientos y experiencias sobre tres ejes interrelacionados: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el desarrollo sustentable.