La Unión Europea finalmente accedió a los pedidos de los países que la proveen de alimentos desde otras regiones del mundo, entre ellos la Argentina y sus socios del Mercosur, y anunció este miércoles que prorrogará por un año, hasta enero de 2026, la entrada en vigencia de la normativa que prohibía la importación de commodities y sus derivados provenientes de zonas que hubieran sufrido un proceso de desmonte o deforestación luego de 2021.
“Teniendo en cuenta los comentarios recibidos de los socios internacionales sobre su estado de preparación, la Comisión también propone dar a las partes interesadas tiempo adicional para prepararse”, se indicó en un comunicado europeo.
La normativa comunitaria debía entrar en vigor a finales de diciembre próximo y fue sancionada en 2023 para evitar el proceso de deforestación en terceros países. Con esa política, la UE pretende evitar que sus importaciones de ciertas materias primas y productos derivados, como el aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate, causen deforestación en los países exportadores. De este manera entiende que contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. Y mantiene bosques en pie, como sumideros de carbono.
Pero la normativa 1115/2023 es a la vez un antecedente peligroso para el comercio global, pues sería la primera vez que un bloque impone restricciones a los productos utilizando argumentos de índole ambiental.
Muchas naciones, en ese contexto, calificaron esa política como una suerte de nuevo colonialismo, ya que se impone a regulaciones nacionales. En el caso de la Argentina, por caso, ya cuenta con una Ley de Bosques que define los territorios donde puede desmontarse y los que son áreas protegidas..
El gobierno argentino, como parte integrante del Mercosur y del CAAS (Consejo Agropecuario del Sur), se había manifestado en contra de esa disposición europea y había pedido su prórroga. En el caso nacional, al exigencia europea básicamente ponía en jaque las exportaciones de carne vacuna, productos forestales y harina de soja.
De todos modos, los diferentes sectores involucrados estaban trabajando ya en una plataforma llamada VISEC para poder certificar las exigencias europeas a partir de enero de 2025. Incluso algunas empresas ya realizaron embarques de soja certificada como “libre de deforestación”.