Tras la media sanción el 5 de diciembre pasado en Diputados, este miércoles el Senado sancionó la Ley por la cual se crean las dos áreas marinas protegidas “Namuncurá-Banco Burdwood II” y “Yaganes”, ubicadas en la Zona Económica Exclusiva del espacio marítimo argentino.
La creación permite poner en funcionamiento el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas, para fortalecer la conservación de espacios marítimos estratégicos, la protección de especies amenazadas y atender su conectividad, vulnerabilidad y características únicas.
La incorporación de estas reservas no es un dato menor, dado que aportan más de 100 mil km2 a la superficie marina protegida, y se convierten en el primer paso para lograr la protección del 10% de los espacios marítimos argentinos, según lo previsto en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 asumido por las partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Esas áreas constituyen sitios de importancia para la cría y desove de peces de alto valor comercial: Yaganes sumará a la protección marina costera cerca de 69 mil km2, mientras que Namuncurá-Banco Burdwood II abarcará más de 32 mil km2.
Luego de conocerse la noticia, funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación expresaron su satisfacción y aseguraron que Argentina “está cumpliendo” con los objetivos en materia de biodiversidad.
“Nuestro país está cumpliendo con la agenda que nos propusimos de conservar la biodiversidad mediante leyes de protección de áreas marinas protegidas. Este logro no solo define nuestra identidad como argentinos, sino como habitantes de la casa común que vamos a dejar a las futuras generaciones”, sostuvo el titular de Ambiente, Sergio Bergman.
Por su parte, Javier García Espil, director nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos, expresó que “las áreas marinas protegidas son una herramienta fundamental para conservar la biodiversidad, especies amenazadas y ecosistemas únicos del país. Además, contribuyen a nuestro desarrollo mitigando el cambio climático, restaurando pesquerías de interés comercial, estimulando la investigación científica y constituyendo un ejercicio pacífico de la soberanía argentina en el Atlántico Sur”.
“Hoy es un día histórico. No solo porque ampliamos las áreas protegidas del país en más de 100.000 km2. También porque lo hicimos a partir del diálogo entre todos los sectores (ambiental, científico, turístico, pesquero, energético, del transporte, la defensa, la seguridad y las relaciones exteriores), para juntos poner en funcionamiento un sistema nacional que atiende la conectividad, representatividad y características únicas del Mar Argentino”, cerró García Espil.