Las autoridades de Miami-Dade alertaron por el derrame de cerca de 720.000 galones (2,7 millones de litros) de aguas residuales al mar, debido a un desperfecto en una estación de bombeo en la zona noreste del condado.
En ese sentido, el Departamento de Agua y Alcantarillado del condado de Miami-Dade (WASD) aconsejó evitar pescar y bañarse en el área afectada, que afecta a una zona de playas muy turística.
Según difundió el diario El Nuevo Herald, las aguas residuales se derramaron hacia un desagüe que conduce hacia esas áreas debido a un fallo mecánico en una estación de bombeo.
Las autoridades van a constatar durante dos días consecutivos que las aguas están suficientemente limpias antes de retirar el alerta.
Cuando asumió el pasado 8 de enero como gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis se comprometió a afrontar los “acuciantes problemas medioambientales” del Estado, especialmente en lo que se refiere al agua, y ya dio pasos concretos en esa dirección.
Su objetivo es que al final de su mandato de cuatro años la inversión hecha para proteger el agua del Estado totalice más de 2.500 millones de dólares. Ello supondría 1.000 millones de dólares más de lo invertido durante los cuatro años del segundo mandato consecutivo del anterior gobernador, el también republicano Rick Scott, que fue criticado por su escaso interés en el medio ambiente.