El presidente Alberto Fernández propuso un “cambio estructural de las economías” para “globalizar la solidaridad” en el mundo, un acuerdo colectivo hacia el “crecimiento inclusivo de las naciones” y un compromiso de que la vacuna contra el coronavirus sea “un bien público global, accesible en forma equitativa” para todos los países.
“No es tiempo de globalizar la indiferencia sino de globalizar la solidaridad en múltiples dimensiones”, frente a la pandemia de coronavirus, enfatizó Alberto Fernández, en un discurso que pronunció ante la 75 Asamblea General de las Naciones Unidas, que se desarrolla en forma virtual por las restricciones sanitarias por el Covid-19.
Alberto Fernández convocó a los países del mundo a ser “arquitectos de una nueva casa común”, tras resaltar la prédica del papa Francisco para recrear un multilateralismo en base a la solidaridad.
En su primer discurso ante la Asamblea General, Fernández llamó al mundo a “aprovechar la oportunidad histórica de unirse como sociedad para hacer frente a una crisis sin precedentes”, en un mensaje en el que orientó hacia la necesidad de revertir globalmente la “injusticia social”.
En un mensaje de unos 15 minutos -el tiempo otorgado a las intervenciones de cada uno de los jefes de Estado y de Gobierno- el Presidente agradeció el apoyo de la comunidad internacional en la renegociación de la deuda, adelantó que las conversaciones con el FMI se encararán “responsablemente”, en un marco de respeto de la Argentina por los compromisos contraídos, y reiteró el reclamo nacional de soberanía sobre las Islas Malvinas.
En el discurso grabado y difundido en la Sala de la Asamblea de la ONU, en la ciudad de Nueva York, el mandatario destacó además las medidas centrales implementadas en la Argentina para mitigar las consecuencias de la pandemia y marcó la importancia de defender una agenda ambiental y de derechos humanos en el mundo.
“Nadie se salva solo en un planeta que se incendia, se inunda o se envenena”, dijo y añadió: “Nuestro país está comprometido con una agenda de transición justa hacia el desarrollo integral y sostenible” que contemple “el refuerzo de la productividad y competitividad de la economía y la creación de empleos”.
En un contexto económico, que definió como “tormentoso endeudamiento global”, el Presidente aseguró que “el verdadero progreso se construye con todos adentro” y sugirió “recrear el multilateralismo basado en la solidaridad” y globalizarla.
También, apeló a que los países consideren a la vacuna de coronavirus como “un bien público global, accesible a todas las Naciones”.
“Tenemos que ser capaces de soñar y construir una vacuna contra la injusticia social, la depredación ambiental, la discriminación en todas sus formas”, expresó.
Al comenzar su mensaje, el Presidente indicó que “la pandemia nos ha revelado frágiles y ha recreado la necesidad de construir puentes entre personas, entre naciones y entre regiones”.
Además, evaluó que la crisis generada por el coronavirus “ha puesto manifiesto la grave desigualdad de género” e hizo visible la importancia “del trabajo que millones de personas, mayoritariamente mujeres, aportan con el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado”.
Fernández agradeció el apoyo de la comunidad internacional en el acuerdo alcanzado por la Argentina con los acreedores externos de la deuda y alertó que “el endeudamiento externo tóxico e irresponsable con fines especulativos constituye otra ola de atraso y subdesarrollo”.