El lago Chad, situado a más de 200 kilómetros de N’Djamena, capital de Chad, es uno de los lagos más antiguos de África. Este cuerpo de agua dulce sirve de sustento para unos 30 millones de personas que viven a lo largo del lago en Nigeria, Camerún, Níger y Chad, así como en otros países vecinos.
Sin embargo, desde inicios de los 70, la superficie original del lago se ha visto dramáticamente reducida en un 90% debido a una gestión no sostenible del agua y al cambio climático. La superficie de la cuenca se redujo de 25.000 a 2.000 kilómetros cuadrados.
El PNUD, junto con sus socios, lleva a cabo proyectos de desarrollo que se enfocan en la gestión de recursos naturales y la rehabilitación de ecosistemas del lago Chad.
Ségolène Royal, la exministra de Ecología de Francia, firmó un convenio de 1,7 millones de dólares con el PNUD para restaurar la vegetación en torno al lago, apoyar las iniciativas económicas de las mujeres y adoptar prácticas agrícolas ante el cambio climático.