*Por FARN
El proyecto de ley de Presupuesto 2020, dado a conocer el 16 de septiembre último, será tratado por el Congreso tras las elecciones del 27 de octubre. Tanto este como el mensaje de remisión que lo acompaña dan muestra de la importancia que tendrá el sector energético para la economía nacional, así como la intención del Gobierno de incentivar la extracción de hidrocarburos de la mano de Vaca Muerta y sus promesas de exportaciones.
En 2020, los subsidios a los combustibles fósiles representarán un 5% del presupuesto nacional (que totaliza $6.247.756.404.531); un 91% del de la Secretaría de Gobierno de Energía y un 86% del presupuesto del Ministerio de Hacienda.
Según los datos oficiales, los subsidios para los combustibles fósiles suman $280.643 millones. Sin embargo, FARN identificó un total de $307.136 millones (ver en DOC-SUBSIDIOS-2020_links), es decir un 9,4% por encima de la cifra reconocida por el Gobierno nacional.
Cabe destacar que, frente a este escenario de subsidios dolarizados, cualquier incremento en el tipo de cambio podría significar miles de millones extra en subsidios respecto de lo presupuestado.
Lejos de cualquier compromiso ambiental, estos incentivos responden a un objetivo clave para el Gobierno: el incremento de las exportaciones energéticas y la generación de divisas gracias a la re-introducción en la balanza comercial de un nuevo producto de exportación, el gas.