En diciembre del año pasado, junto a investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” (ILPLA), la Universidad Nacional de San Martín y al Municipio de Marcos Paz, la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) inició el proyecto del primer biocorredor de la zona. Seis meses después, la iniciativa servirá como caso modelo para comenzar a aplicarse en otros puntos de la Cuenca.
Según indicó el ente, los avances del proyecto de Restauración y Recomposición de los Recursos Naturales del ex basural de Marcos Paz alcanzan varias dimensiones, entre los que se destaca el estado consolidado del estrato florístico y la vuelta espontánea de la fauna.
Además, señaló que se estudian mejoras en la posibilidad de permitir la infiltración del agua de las precipitaciones hacia los acuíferos, recargándolos y recuperando una de sus funciones naturales; en la capacidad de retención del exceso hídrico de la vegetación, disminuyendo la cantidad y la velocidad con la que se escurre el agua por el terreno; y minimizando la erosión de los suelos.
“La consolidación de los distintos estratos vegetales es un probado factor de la regulación de la temperatura, atenuante de inundaciones y captación de los gases de efectos invernaderos. Enmarcado esto en el fenómeno del cambio climático global resulta en un gran aporte a la resiliencia de las poblaciones más vulnerables, además del logro de un nuevo espacio verde de ocio para los vecinos”, resaltó ACUMAR.
El proyecto de recuperación y conservación ambiental es una prueba piloto que se desarrolla a través de la creación de biocorredores y el fortalecimiento de los servicios ecosistémicos que estos ambientes prestan. Se completa con acciones limpieza de las márgenes, cuerpo superficial del arroyo, manejo de plantas exóticas invasoras, readecuación de las pendientes y un plan de monitoreo de los parámetros críticos de contaminación.
Con estas acciones, se espera recomponer el flujo normal del río y las interacciones entre los ambientes del ecosistema ribereño, aumentando la conectividad entre ellos, beneficiando tanto a la flora y fauna como a la calidad de vida de los vecinos.
Las técnicas de biorremediación y recuperación en ecosistemas degradados son actualmente las más utilizadas en el plano ambiental en lo vinculado al abordaje de este tipo de problemáticas, dado que ademas de solucionar el problema puntual de contaminación tienen el valor agregado de potenciar los bienes y servicios que las áreas naturales prestan a la sociedad.