La cuna de la revolución industrial, primer país del mundo en abrir una central eléctrica pública de carbón, en 1882, se convierte ahora en la primera economía del G7 en cerrar la última. El carbón, que a mediados del siglo XX dominaba todos los sectores de la economía del Reino Unido y que en 2012 representaba casi el 40% del suministro de electricidad del Reino Unido, cayó a menos del 2% en 2019 y ha llegado al cero este año.
La alianza para el impulso del abandono del carbón que encaran los gobiernos británico y canadiense, han anunciado el cierre en el Reino Unidos de la última central eléctrica de carbón, “demostrando así al resto del mundo -apuntan desde la PPCA- que una rápida transición del carbón a la energía limpia es posible y beneficiosa”. Según el comunicado que ha difundido la Powering Past Coal Alliance, la rápida desconexión del carbón en Reino Unido ha tenido lugar -explican desde la Alianza- en paralelo a un gran aumento de la energía eólica y solar locales, todo lo cual ha acarreado como consecuencia además “una caída masiva de las emisiones del sector energético y un aumento de la independencia energética”.
La central de Ratcliffe-on-Soar, cerca de Nottingham, comenzó a generar electricidad en 1967 y ha dejado de hacerlo, tras 57 años de actividad, en la medianoche del día 30 de septiembre de 2024, según ha informado su propietaria, la compañía Uniper. La central tenía 2.000 megavatios de potencia.